Prueba de esfuerzo o ergometría
La prueba de esfuerzo o ergometría es un procedimiento diagnóstico que evalúa la respuesta del corazón a un ejercicio físico progresivo. Esta prueba es una de las exploraciones cardíacas más utilizadas y proporciona importantes datos diagnósticos y pronósticos en una amplia variedad de pacientes.
La prueba se fundamenta en que, al practicar un ejercicio físico, el organismo necesita más combustible (es decir, oxígeno y glucosa) y, por tanto, el corazón debe aumentar su capacidad de bombeo (hasta 12 veces en un sujeto normal). Así, sometiendo el corazón a un trabajo adicional, mientras se vigila al paciente y se monitoriza su electrocardiograma, es posible descubrir problemas cardíacos que no son evidentes en el sujeto en reposo.
Una de las aplicaciones más importantes de la prueba de esfuerzo es el diagnóstico de la enfermedad coronaria o cardiopatía isquémica (angina de pecho, infarto de miocardio, muerte súbita). En esta patología, que se expresa clínicamente mediante cualquiera de esas tres entidades, la prueba de esfuerzo desempeña un papel fundamental, ya que frecuentemente es el primer test empleado en el proceso diagnóstico del paciente, y permite seleccionar posteriormente otros estudios.
También se indica la prueba de esfuerzo para tatar de descubrir la presencia de arritmias que en el reposo no son evidentes.