Evaluación cardiológica preoperatoria (riesgo quirúrgico)
La evaluación de riesgo quirúrgico consiste en la exploración de antecedentes, la indagación de síntomas y un examen físico cuidadoso que puedan hacer sospechar de una enfermedad cardiaca no detectada previamente en una persona que va a ser sometida a una cirugía de alto o mediano riesgo. A eso se agrega generalmente la realización de un electrocardiograma, que es un registro de la actividad eléctrica del corazón y que nos permite saber de manera indirecta el estado de salud de ese órgano. Además, se suelen pedir algunos exámenes de laboratorio básicos como glucosa, creatinina y hemograma. En pocos casos se solicitan otros exámenes más complejos que ayuden a determinar el riesgo de que la persona operada sufra una complicación cardiovascular, que es el objetivo de esta evaluación. Al final de la evaluación se emite un informe en el que el médico cardiólogo le expresa al paciente y al cirujano que lo va a operar el nivel de riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares durante o inmediatamente después de la cirugía y además formular las recomendaciones necesarias.